10 novelas que me marcaron – especial Sant Jordi

Mañana se celebra el que sin duda es uno de mis días preferidos del año: Sant Jordi, el Día del Libro y de la Rosa. Si bien opino que esta jornada ha perdido parte de su magia debido a que cada vez se le da más importancia a otras celebridades que a los propios autores, lo cierto es que ver la ciudad Condal engalanada con flores y repleta de libros a pleno sol es todo un disfrute. Por esa razón, he querido escribir un pequeño post en el que hablo de diez novelas que, de una forma u otra, me han marcado. He decidido realizar dos posts, uno para diez novelas juveniles y otro para las «adultas», porque así puedo extender un poco más lista y también hablar de las lecturas infantiles y juveniles que tuvieron un peso muy importante a medida que crecía. Sin más dilación, aquí van las diez novelas que he seleccionado para esta ocasión:

1. David Copperfield, Charles Dickens

Fue la primera obra que leí del célebre escritor inglés y, sin duda, la que más me marcó. Primero por sus circunstancias: escogí la novela de la biblioteca, una edición de letra diminuta y de páginas tan finas que dejaban entrever el entintado del reverso. Aun así, recuerdo la intensidad de su narración en primera persona y las diferentes emociones y vicisitudes de su protagonista, un chico al que vemos crecer y experimentar emociones como la ambición y el amor, envolviendo la narración con maestría. 

2. Nunca me abandones, Kazuo Ishiguro

Me es difícil escoger una sola novela de este autor japonés, uno de mis escritores predilectos. Tanto Los restos del día como El gigante enterrado, su última novela hasta la fecha, lograron conmoverme de una forma que pocas obras consiguen. Nunca me abandones es particularmente brutal en cuanto al destino de sus personajes, amarga pero sin llegar a resultar exenta de calidez. Admiro la manera cómo Ishiguro consigue poner de relevancia ciertos conocimientos que el lector comprende pero que ni los propios personajes alcanzar a comprender (o no quieren entender).

3. El último deseo, Andrzej Sapkowski

La saga del brujo Geralt de Rivia me llevó un verano entero, envuelta en la placidez de las largas tardes, sin prisas ni urgencias. En realidad todos sus entregas hicieron de aquellos meses una inmersión total en un universo donde los monstruos te asaltan en los caminos y las hechiceras huelen a lila y grosella. Una historia madura, repleta de referencias contemporáneas, con unos personajes inolvidables y con conflictos de todo tipo que colocan a los protagonistas en situaciones difíciles de lidiar. Una saga imprescindible para los fans de la novela fantástica pero con ganas de leer algo adulto y muy bien hilvanado. Si quieres saber más sobre el primer volumen de la saga y su comparativa con la serie de Netflix, escribí un artículo al respecto.

4. La carretera, Cormac McCarthy

Pocas veces una novela me ha dejado una sensación de desazón tan grande como ésta. Un padre y un hijo en un mundo post-apocalíptico, donde los peligros son constantes, las esperanzas nulas y el hombre se convierte en el peor enemigo de él mismo. Resulta doloroso leer la travesía de estos dos personajes, así como sus conversaciones. Y aun así, pese a la tristeza que consigue evocar en el lector, la considero una lectura imprescindible.

5. A sangre fría, Truman Capote

Capote no salió bien parado de su experiencia entrevistando a los artífices de los crímenes que se relatan en esta obra maestra. Se acercó tanto al fuego que terminó quemándose, pero lo cierto es que el lector de esta novela tampoco sale impune tras recorrer sus páginas. Un primer relato escalofriante de cómo sucedieron los hechos y una radiografía posterior de los criminales. Cuando tú, como lector, debes empatizar con los personajes (en este caso, reales) y te encuentras frente a personas que han cometido un acto atroz… en ese momento es cuando te das cuenta que te has metido en un buen brete.

6. La metamorfosis, Franz Kafka

Si bien he tratado de sumergirme más de una vez en los relatos de Kafka (aún necesito más intentos, pues encuentro su mundo tan incomprensible que no soy capaz de penetrar en la maestría de su prosa), lo cierto es que La metamorfosis es una de las lecturas que más ha conseguido perturbarme. Junto con Rebelión en la granja de Orwell, constituyen lecturas que consiguieron remover algo en mi interior. La historia de un hombre que un día se despierta convertido en insecto y que debe lidiar con el rechazo y la soledad se quedó para siempre en mi recuerdo. 

7. Jardines de Kensington, Rodrigo Fresán

Estaba yo dando mis primeros pasos en el Máster en Creación Literaria cuando esta obra llegó a mis manos. La clase de libro en que subrayas tantas citas que el tomo queda como un neón, y aun así no puedes evitarlo. Varios destinos trágicos alrededor de la figura de James Barrie (Peter Pan) y de la familia de la que extrajo algo más que inspiración. Una lectura que me sorprendió muchísimo y sin duda una de las 10 novelas que más me han marcado. 

8. Los pilares de la tierra, Ken Follet

Un libro que muchos leen y recomiendan, y no es para menos. Lo leí cuando iba a la ESO y recuerdo lo que me llegó a impresionar su trama, que sigue a varias generaciones marcadas por la construcción de una catedral en plena Edad Media. No sé cómo me sentaría ahora mismo una revisión de la novela, pero el recuerdo de aquellas primeras páginas en las que ya se avistaba la muerte y la desgracia de sus personajes me marcaron profundamente.

9. Crimen y castigo, Fiodor Dostoievski

Lectura que realicé de forma algo tardía pero ¡ay! lo que llegué a disfrutarla. No tengo palabras suficientes para recomendar esta obra. Entrar en Crimen y castigo implica aceptar acompañar a Raskólnikov en su travesía moral, plagada de sentimientos como la culpa y la duda. Es una de las experiencias psicológicas más brutales que he leído en un libro, y además disfruté muchísimo con su prosa.

10. IT, Stephen King

No podía finalizar esta lista sin al menos añadir una novela del rey del terror. Son muchos los libros de Stephen King que han tenido un peso en mi vida lectora, pero creo que IT fue uno de los que más me marcó. Obviando un pequeño tramo del libro (que tampoco se adaptó en la película de 2017) que me pareció sencillamente repulsivo, el resto de la novela supuso una de las mejores experiencias literarias que he vivido en compañía de un grupo de personajes.

Evidentemente ha habido muchas novelas más, como El señor de las moscas, Cien años de soledad y No sin mi hija, pero éstas han sido las primeras que han venido a mi mente rebuscando un poco en la memoria. ¿Cuáles son las vuestras 10 lecturas imprescindibles? 

Noemí Escribano

Comunicadora Audiovisual, lectora voraz y procrastinadora nata.

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