«Dancer» – la expresión del sentimiento
«Dancer» – la expresión del sentimiento
Tenía muchas ganas de ver el documental Dancer sobre Sergei Polunin, niño prodigio de la danza, y la verdad es que no me ha decepcionado en absoluto. La obra acierta en profundizar en el mundo interior de este artista, poniéndonos en contexto desde su más tierna infancia. Un genio en su disciplina, pero ante todo una persona llena de inquietudes, luces y sombras, cuyas acciones sirven para demostrar que nadie está más capacitado para comprenderse que uno mismo, independientemente de la opinión de la crítica e, incluso, de tus allegados.
No elegí el ballet. Es lo que soy.
Lo que más me ha gustado de todo es que Dancer haya sido capaz de darme a conocer una figura tan apasionante que desconocía por completo debido a mi ignorancia sobre el mundo del ballet y la danza en general. Un testimonio honesto y sincero en su retrato, que quizás se acartona demasiado cuando toman el relevo las apariciones de sus familiares, pero que resulta magnético en su totalidad y que pone de manifiesto la maestría de Sergei sobre los escenarios. Más importante aún, diría, es su efectividad a la hora de hacernos comprender el por qué de algunas de sus decisiones y de romper con esa imagen de «niño malo del ballet» para tornarlo en algo mucho más comprensible y complejo. Eso sin contar con la incuestionable belleza de las imágenes de archivo que nos permite contemplar a lo largo del metraje.
Fotograma del clip «Take me to church»
Puede sonar a moraleja barata, pero a menudo cometemos el error de juzgar sin comprender las motivaciones y los sentimientos, tanto de las personas que nos rodean como de los personajes públicos que vemos en los medios de comunicación. El entendimiento del ser humano debería ser algo más grande, y Dancer, por fortuna, es un documental lleno de sentimiento que lo plasma a la perfección.
Si no conocéis a Sergei Polunin y queréis ver una muestra de lo es capaz de hacer, tan sólo tenéis que echar un vistazo al clip que grabó David LaChapelle de la canción de Hozier Take me to church. Apabullante.
Ficha en Filmaffinity de «Dancer»
