Vall de Lord: paisajes del pre-Pirineo
A principios de abril de 2019 nos surgió la oportunidad de visitar la Vall de Lord, un área montañosa situada al norte del Solsonès (Lleida) y que está formada por varios municipios: Sant Llorenç de Morunys, la Coma i la Pedra y Guixers.
Con ganas de desconectar un poco del frenesí laboral y la rutina, decidimos pasar el fin de semana al cobijo del buen tiempo y la naturaleza. Sin embargo, el tiempo está “loco” -porque los seres humanos somos unos irresponsables- y pasó lo impensable: terminamos viendo toda la nieve que no habíamos tenido la ocasión de disfrutar en pleno invierno.
A pesar de que no pudimos ver prácticamente nada de lo que habíamos planeado -tuvimos que descartar completamente las rutas- os dejo una pequeña crónica de lo que nos dio tiempo a visitar en esta zona de paisajes hermosos e intimidantes.
Llegada a Port del Comte
Sé que la imagen mental de una chimenea encendida mientras los copos de nieve se agolpan en los cristales es sugerente. Pero también sé -lo aprendimos ese día- que viajar con un coche poco preparado, por un puerto de montaña, bajo una tormenta de nieve es, francamente, tenso. Por suerte, la persona que pilotaba a los mandos controlaba bastante la situación y llegamos de una pieza a la casa situada en Port del Comte.
Port del Comte (la Coma i la Pedra) es una estación de esquí que alberga todo un complejo de carácter familiar, con pistas de todos los niveles. Nosotros ni siquiera fuimos con la idea de esquiar -¡era principios de abril!- y las pistas, de todas maneras, ya estaban cerradas por la temporada. Obviamente, a nadie se le ocurrió que caería la nevada más grande todo el invierno en plena primavera.
La gran nevada
Una noche nevando más tarde, nos despertamos con una estampa navideña en vez del paisaje verde más apropiado de abril. El terreno estaba completamente cubierto de nieve y la diversión inicial se tornó en un agotador ejercicio de retirar la nieve acumulada en torno a los coches. Eso sí, la estampa nívea no tiene precio.
Sant Llorenç de Morunys
Tras lograr arrancar el coche nos dirigimos a Sant Llorenç de Morunys, donde se encuentra el núcleo de población más grande de la región. El sol acompañaba el paseo y pudimos visitar sin problemas la iglesia y la capilla de la Mare de Déu dels Colls, obra del barroco catalán.
Ninguno de los presentes era muy fan del barroco, así que la visión del claustro de Sant Llorenç de Morunys nos alegró algo más el corazón. La galería, que data de la primera mitad del siglo XVI, se usaba antiguamente como comunicación entre la propia iglesia y las dependencias monacales. Si os interesa visitarlo, el horario es de 9 a 19h los días laborales y de 9 a 20h los fines de semana.
Tras cruzar el claustro, echamos un vistazo al Museo – Centro de Interpretación de la Vall de Lord, que muestra parte de la historia y del patrimonio natural del valle.
Tuixent
Aprovechando que el temporal nos estaba dando una tregua, decidimos evitar las rutas de senderismo previstas por la Vall de Lord y, en su lugar, visitar alguno de los pueblos de la zona. Escogimos Tuixent porque, según la información que nos ofrecieron en la oficina de turismo, merecía la visita. En mi humilde opinión, lo mejor de este pueblo -donde no vimos más de una o dos personas- fueron los espectaculares paisajes montañosos que disfrutamos de camino.
El pueblo tiene su encanto, además de encontrarse prácticamente aislado, pero estoy segura que la zona cuenta con otras áreas de interés que merecen más la visita con el tiempo tan reducido como el nuestro.
Fonts del Cardener
Las Fuentes del Cardener están tan sólo a un kilómetro de la Coma y llegar es tan sencillo como aparcar antes de la entrada y caminar unos 300 metros. El camino no tiene pérdida y la breve excursión nos sirve para contemplar el nacimiento del río Cardener. Sin duda tiene su encanto, más si estrenas un filtro de densidad neutra y decides que la fuente es tu conejillo de indias.
Pont Romànic de Vallonga
La última parada que realizamos antes de perder los últimos rayos de sol -y dar la bienvenida a los primeros copos de nieve de la noche- fue el Pont Romànic de Vallonga (puente de Vallonga), un puente románico que data del siglo XI.
Para llegar, lo mejor es aparcar en Sant Llorenç de Morunys y realizar una pequeña caminata hasta el punto (por la carretera C-462 en dirección a la Coma i la Pedra). El puente puede cruzarse rápidamente bajando por una pequeña rampa del camino, o se puede preferir bajar algo más y obtener la imagen frontal de la construcción.
Este arco de medio punto originariamente estaba situado en el estrecho de Vallonga (Guixers), permitiendo el paso a través del río Cardener.
Una jornada y un tiempo desapacible no son los mejores aliados para explorar una zona. Como decía al inicio de la entrada, aún nos falta muchísimo por ver de la Vall de Lord. Aun así, espero que las fotografías os hayan dado ganas de visitar el área; nosotros no podemos esperar a regresar -con mejor tiempo- y dedicarle el tiempo que se merece.
Un sitio muy bonito que desconocía e impresionantes fotografías. Anotado queda!
¡Merece la pena! Gracias por pasar y comentar 🙂