Harry Potter: Warner Bros Studio Tour
A lo largo de los años, y a pesar de que casi me encuentro ya en la treintena (¡ay! cómo pasa el tiempo) sigo reiterando mi amor por la saga de libros creada por J.K. Rowling, Harry Potter, y el peso que sus historias han tenido en mi vida, especialmente en esa etapa que conformó el paso de la niñez a la adolescencia. Cuando tenía la edad del niño mago descubrí Harry Potter y la Piedra filosofal en la biblioteca; en aquel momento los libros aún no gozaban de la fama colosal que tienen hoy en día, y recuerdo haber tomado prestado aquel volumen varias veces en bucle, para releer una y otra vez las aventuras de todo un mundo nuevo que se abría ante mí. No era el primer libro de fantasía que leía, pero sí fue el más importante a la hora de hacerme imaginar e inventar, como si el mundo se convirtiera en un gran spin-off más allá de sus páginas. Así que, a la edad en la que parecía que debía empezar a abandonar mis sueños de magia, encontré una gran excusa para prolongar la infancia.
En el año 2015 visité por tercera vez Londres, esta vez para ir a ver a una amiga mía que residía allí. Normalmente suelo planificar con mucho esmero mis viajes para poder exprimir al máximo el tiempo, pero en esta ocasión no organicé nada: mi amiga me informó que había planeado todos y cada uno de los días de mi estancia con diversas actividades y visitas, y que yo sólo debía sorprenderme debidamente. Creed que cuando vi los tickets para visitar los estudios Warner Bros y realizar el Harry Potter Tour mi asombró fue mayúsculo y mi hype, desmedido.
Para llegar a los estudios lo más sencillo es coger un tren que te lleve a Watford Junction (a unos 20 minutos de la estación de Euston) y una vez allí, tomar el bus lanzadera que en otros 15 minutos te deja frente a los estudios. Ya os digo que una vez entráis en los estudios, cuesta mucho mantener la vista fija en un solo lugar.
En el universo Harry Potter
Junto a la cola de acceso al tour podréis ver la célebre alacena donde Harry Potter pasó sus buenos 11 años de vida. El aperitivo perfecto para saber que pasaréis a ver algunos de los decorados más emblemáticos de las películas y que os hartaréis de contemplar vestuario y atrezzo empleado en ellos. Pasear por lugares como el Gran Comedor o el Callejón Diagon os parecerá sobrenatural; tanto como poder degustar la cerveza de mantequilla (yo la probé en formato helado y estaba deliciosa) o toparos con el tren que os llevaría a Hogwarts, en el que también podéis entrar y pasear junto a los vagones…
En este caso creo que las imágenes valen más que las palabras, de modo que os dejo algunas de las fotografías que tomé a lo largo del tour, nada corto y que se aprovecha muchísimo. Una visita indispensable para los fans de Harry Potter, que saldrán totalmente extasiados.