Con amor, Simón – love is Blue
Vivimos en una época basada en los análisis negativos y positivos: un ejemplo (recurrente) de ello son las redes sociales, exponentes del cambio de paradigma y escenario tanto de los mayores escándalos sobre los que avergonzarnos como de esas muestras con las que recuperar parte de la fe en la humanidad, tan penosamente malograda. El papel de la mujer es sin duda uno de los temas favoritos a la hora de exponer las diferentes caras de la sociedad; otro de ellos sería la homosexualidad. Y como el cine siempre ha sido capaz de recoger las tendencias y los movimientos sociales, es normal que acojamos con los brazos abiertos una obra como Con amor, Simon (Love, Simon).
Simon Spier (Nick Robinson) es un chico afortunado: tiene una buena relación con sus padres (Jennifer Garner y Josh Duhamel) y un grupo de amigos en el que confiar. Podría ser feliz si no fuera porque guarda un secreto; el día en que un anónimo autodenominado “Blue” se confiesa como gay en el blog del instituto, Simón entablará una relación online con él: ninguno de los dos sabe quien es el otro, pero ambos sienten que pueden sentirse libres por primera vez en la vida. Sin embargo, mantener en secreto esta relación no será tan sencillo como había pensado…
Hay películas que necesitan ser valoradas de forma más amplia que por su valor cinematográfico; también por el contexto y por el impacto social en el que son lanzadas. El primer dato para poner en el radar a Com amor, Simon es que ésta supone la primera cinta de un gran estudio (20th Century Fox) en centrarse en un romance adolescente homosexual. Es imposible, pues, disociar el film de esta condición precursora, más en tiempos en los que la demanda de visibilización y normalización del colectivo LGTB+ está más presente que nunca.
Aun así, está claro que la película de Greg Berlanti podría haber naufragado a pesar de esta llamativa baza: de filmes teen hemos tenido de todos los tipos y de todos los colores y no todos (más bien pocos) abordan de manera efectiva los conflictos propios de la adolescencia sin caer en los tópicos o en las frivolidades. El reto de Con amor, Simon era presentar un film amable, que pudiera resultar cercano al gran público, pero que abordara con corazón el conflicto de un joven gay que aún no se ha decidido a revelarlo. Y hay que decir que esas premisas son cumplidas a la perfección.
Romance adolescente
En el film de Berlanti no suceden grandes acontecimientos, al menos desde el punto de vista de una trama de película, pero sí el tipo de eventos que marcan una vida. Los primeros amores, definirse a uno mismo (o decidir que permaneces sin definir), el periodo pre-universidad… Siempre me ha apenado que se suelan tratar con banalidad esos temas, cuando muchos recordamos esos momentos durante toda nuestra vida. Con amor Simon tiene tópicos propios del género (el director que se hace -exageradamente- el majo, el marginado que quiere lograr el amor de la chica popular) pero también trata con sensibilidad y acierto ese tipo de confusión y de desbordamientos emocionales que logran darte un vuelco al estómago y llorar hasta empapar la almohada.
Dentro del viaje de Simon por aceptarse a si mismo hay verdaderas perlas en clave de humor (la secuencia de “salida del armario” de los heterosexuales) y otras más reflexivas pero igualmente valiosas sobre la aceptación, el hecho de cambiar la percepción que los demás tienen sobre ti y la tolerancia. Por motivos como éste, Con amor, Simon entronca con la reciente hornada de obras que abordan con naturalidad y valentía las inquietudes actuales, en favor de un cambio social necesario. Si bien ésta película ya tenía el terreno bien abonado (Por trece razones ha hecho mucho por la visibilidad de las problemáticas adolescentes) se agradece igualmente este adoquín más en el camino.
PD: Con amor, Simon, tiene dos puntos más de encuentro con Por trece razones; concretamente dos de sus actores (Leah – Katherine Langford – y Cal (Miles Heizer).
Ficha Con amor, Simon Filmaffinity
Trailer Con amor, Simon