Ámsterdam: viaje en tres días (parte II)
La ventaja de visitar una ciudad como Ámsterdam es que te permite exprimir hasta el último momento. Nuestra última mañana en la capital holandesa estaba organizada de forma bastante flexible: tan sólo teníamos la entrada para visitar la casa de Ana Frank, pero el resto del día lo empleamos en pasear por las calles de la ciudad, disfrutando de un tiempo bastante más benévolo que el de los otros días.
Homomonument
Durante las primeras horas de nuestro último día en Ámsterdam nos dedicamos a pasear. Teníamos que hacer algo de tiempo hasta la visita a la Casa de Ana Frank, de modo que estuvimos deambulando por la zona aprovechando que el tiempo era algo mejor que el de los últimos días. Entre los puntos de interés que visitamos encontramos el famoso Homomument, un monumento inaugurado en 1987 con la intención de recordar a todos aquellos hombres y mujeres que habían sido perseguidos debido a su orientación sexual (algo que, un año más tarde, me recordaría a la serie estrenada por Filmin, La casa de las miniaturas).
La casa de Ana Frank
Es muy difícil no haber oído hablar de Ana Frank y su famoso diario. Controversias a parte acerca de la autoría de la obra, lo cierto es que su visita es, para mí, un imprescindible cuando se visita Ámsterdam. No es una visita agradable, como no lo es nada relacionado con la Segunda Guerra Mundial y todo lo que aconteció; un año más tarde tendríamos otra experiencia bastante dura visitando el campo de concentración de Sachsenhausen cerca de Berlín.
Recomiendo comprar las entradas anticipadas desde la web oficial de la Casa de Ana Frank (algo recomendable para TODO siempre visites una ciudad y tengas la ruta planificada, ya te evitas colas innecesarias y la posibilidad de hallarte el cupo de visitas agotado). Había releído El diario de Ana Frank antes de visitar Ámsterdam, cosa que también recomendaría para entender mejor la visita. Ana, sus padres y su hermana, además de otra familia, vivieron confinados en una casa secreta durante dos años tratando de evitar ser enviados a temibles campos de concentración.
La historia tuvo un desenlace triste ya conocido, pues al final fueron descubiertos y trasladados, experiencia de la cual sólo sobrevivió el padre, Otto Frank. Él se encargó que el legado de su hija no cayera en el olvido y, a día de hoy, es un testimonio del horror de muchas familias perseguidas, así como también un retrato sobre la adolescencia. Ana era una chica inteligente, que concibió su novela no sólo como un diario, sino como un testimonio, algo que se denota en su pulida literatura que también sería corregida años más tarde para su edición y distribución. Durante la visita no está permitido tomar fotografías, y aunque pude tomar alguna instantánea «de refilón» en seguida me llamaron la atención, puesto que se cuidan bastante que nadie fotografíe el interior la casa.
Camino a Vondelpark
Transcurrida la visita no teníamos mucho más que hacer que continuar nuestro paseo. Nos encaminamos hasta Vondelpark, un agradable parque que estaba bastante concurrido debido al buen tiempo. Si os sobra tiempo os recomiendo la visita a éste o a otro de los parques de la ciudad, algo que se echa en falta de regreso a Barcelona, carente de estos pulmones verdes tan necesarios en poblaciones concurridas. La mayoría de las capitales europeas que hemos visitado tienen estos espacios y su visita siempre resulta agradable y relajante.
Otros puntos de Ámsterdam
A lo largo de nuestra visita de tres días caminamos bastante y nos impregnamos del ambiente de la ciudad. Ámsterdam es el destino perfecto para aquellos que buscan una urbe de la cual disfrutar dando paseos.
Esta foto fue tomada justo a la entrada de las famosas luces rojas, bajo las cuales hay escaparates en los que las mujeres se exponen para ofrecer servicios sexuales. Lo que me resultó chocante (sin contar con la exhibición en si) fue que estos escaparates estaban justo situados frente a una de las iglesias de la ciudad. Es muy importante no tomar fotografías de los escaparates, ya que os exponéis a que os confisquen la cámara…
Importante si visitáis la ciudad: no os aceptarán VISA. En la mayoría de los locales, incluyendo supermercados, sólo son válidas Mastercard y otros tipos de tarjetas, pero la VISA normal no tiene validez, cosa que nos puso en algún brete durante nuestra estancia allí.
Una visita curiosa es la de la Condomerie, una tienda especializada en preservativos. Estaba a rebosar muy gente y resulta bastante curiosa y divertida.
Y si algo que no os perderéis sólo con pasear un poco son las tiendas como ésta que os muestro a continuación:
¡Eso es todo amigos! Hasta el próximo viaje.