Edimburgo: qué hacer en 2 días (I)

Las escapadas de fin de semana, si bien saben a poco, son una manera estupenda de desconectar y de visitar alguna de las muchas ciudades pendientes más cercanas. Ya os explicamos qué hacer en Oporto en 2 días y, en este post, os explicamos nuestra última aventura, esta vez por tierras escocesas. ¡No os perdáis qué hacer en Edimburgo en 2 días!

Información general sobre Edimburgo

Edimburgo es la lluviosa capital de Escocia. Para recorrer los puntos principales de la ciudad no necesitarás destinar grandes cantidades de tiempo, aunque es recomendable pasar un mínimo de dos o tres días para descubrir con tranquilidad sus múltiples puntos de interés. Edimburgo es una ciudad que podrás recorrer tranquilamente a pie o sirviéndote de alguno de sus autobuses o tranvías. Desecha, eso sí, la idea de alquilar un coche para moverte por la ciudad. No te merecerá la pena y tendrás más de un dolor de cabeza para aparcar. 

Otra cosa que te producirá dolor, aunque en otra parte del cuerpo, es no tener en cuenta el terreno. Olvídate de llevar calzado de suela demasiado fina o tacones. Edimburgo está repleta de desniveles, cuestas y escaleras. Además, la mayoría de sus calles tienen un suelo adoquinado nada amigo de los calzados poco prácticos.

Como consejos generales básicos (casi aplicables a cualquier viaje) otro par más: ten en cuenta la estación en la que viajas y reserva alojamiento con suficiente antelación. Los hoteles y apartamentos de las zonas más céntricas son los más codiciados y los que antes se agotan. Evita tener que caminar largas distancias cada vez que quieras acercarte al centro de la ciudad reservando con antelación tu hospedaje.

Qué hacer en Edimburgo: llegada al aeropuerto

Nuestra primera noche en Edimburgo apenas la cuento a efectos de viaje, ya sólo nos sirvió para llegar al apartamento, dejar el equipaje y dar una pequeña vuelta por la zona del centro.

En esta ocasión éramos un grupo de cinco personas y decidimos alquilar un apartamento en la zona de Holyrood que, si bien se encuentra a unos 15 minutos caminando desde el centro, resulta una zona muy tranquila y con algunos bares y restaurantes cercanos para comer. El apartamento, además, estaba impecable y fue todo lo que necesitábamos para descansar de tanto trote las dos noches que estuvimos.

Monumento Scott y Princes Street

Tras un buen desayuno para cargar energías, nos dispusimos a iniciar la ruta por una de las áreas más céntricas de la ciudad. El Monumento Scott es una torre de estilo gótica erigida en honor al autor escocés Walter Scott e inaugurada en 1846 . Se puede visitar a partir de las 10:00 de la mañana en diferentes franjas horarias y aunque las vistas desde arriba son panorámicas, tienes que tener en cuenta que no hay ascensor que facilite la subida a personas con movilidad reducida.

Princes Street pertenece al New Town de Edimburgo y constituye una calle comercial con multitud de tiendas y locales de comida rápida. El Old Town y la New Town están separadas por los Princes Street Gardens, un hermoso parque especialmente vistoso por el que merece la pena pasear.

En el caso de nuestro viaje, debido a que nos encontrábamos muy cerca de las Navidades, el parque estaba ocupado por una gran feria, Edinburgh Christmas. Repleta de puestos y atracciones, la feria estaba animadísima desde la hora de apertura hasta el mismo cierre. Decidimos dejar la feria para la noche -y así poder verla con la iluminación- y empezamos a recorrer el área de Princes Street, así como la paralela Rose Street y algunas de las plazas cercanas.

Como siempre, callejear sin rumbo predefinido forma parte de la experiencia de descubrir una ciudad, pudiendo encontrar algunos rincones curiosos. Atravesando el parque llegamos a una tranquila área del cementerio con unas vistas imponentes que mereció la pena contemplar.

Dean Village

Uno de los lugares de Edimburgo que, curiosamente, muchos turistas pasan por alto, es una hermosa zona llamada Dean Village. A unos veinte minutos andando desde Princes Street se puede acceder a una zona de casas situadas en torno al río Water of Leith. Además, el camino hasta llegar allí también merece mucho la pena.

Como veis, algunas de las fotografías son realmente pintorescas, toda una postal y una de las cosas imprescindibles que hacer en Edimburgo dada su cercanía al centro de la ciudad.

Desde aquí, se puede tomar un camino señalizado (“Bernard’s well”) para dar un paseo junto al río en plena naturaleza. De hecho, es posible llegar caminando hasta Leith, el barrio situado al norte que era nuestra siguiente parada. Nosotros, para ahorrar tiempo y no agotarnos tan pronto, decidimos tomar un autobús hasta Leith, que nos dejó allí en menos de media hora.

Leith y Newhaven

Nuestra idea era recorrer tranquilamente Leith, el barrio obrero del norte de Edimburgo, y la zona de The Shore. Primero, decidimos comer en un restaurante llamado The Clock Cafe & Bistro, donde al fin probamos el haggis. Después, emprendimos el paseo al barrio de Newhaven para poder ver el atardecer junto a su faro.

Tras caminar casi 20 minutos por un área bastante desangelada, llegamos al faro de Newhaven. El paseo mereció la pena sólo por la imagen tan serena del puerto con las últimas luces del día. Desde luego, podríamos haber optado por investigar más el área de The Shore, pero nos apetecía un plan más tranquilo para aprovechar las últimas horas de luz.

Tras pasear un poco más por la zona del puerto y tomamos un café bien caliente, decidimos regresar al centro de Edimburgo en autobús para ver la feria antes de la actividad que teníamos reservada para la noche: ¡un tour de fantasmas!

Si queréis saber en qué consistió el tour y seguir descubriendo qué ver en Edimburgo en 2 días, no os perdáis el siguiente post ;). Para terminar este primer artículo, os dejo algunas de las fotos de la feria navideña de Edinburgh Christmas.

Noemí Escribano

Comunicadora Audiovisual, lectora voraz y procrastinadora nata.

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