Oporto en dos días – ribera y Foz

Tras nuestro primer día en Oporto la segunda jornada empezó bastante temprano; desayunamos en el hotel, donde no faltó la repostería típica de la ciudad y algunas curiosidades, como la del delicioso pan de domingo (un pan consistente y muy rico que se hacía especialmente el último día de la semana para contrarrestar el pan de diario). Tras recargar energías y hacer el check out nos dirigimos a una de las calles cercanas de Vila Nova de Gaia para contemplar esta preciosa muestra de street art antes de ir a Foz.

Hacía bastante frío pero el buen día acompañaba, de modo que empezamos a caminar por la ribera de Vila Nova de Gaia. Nuestra intención era cruzar en el siguiente puente de la ciudad y allí tomar el tranvía hasta Foz, pero una vez allí Google Maps nos «dijo» que el puente sólo se podía cruzar en autobús, de modo que estuvimos esperando un rato hasta finalmente poder cruzar. Pequeño apunte: el puente sí se puede cruzar andando…

Tras el segundo autobús que nos dejó a pocos minutos de la playa, empezamos a caminar por Foz do Douro, donde el río Duero se encuentra con el océano Atlántico. Nosotros nos limitamos a pasear por el paseo marítimo, pero se ve que esta zona es una de las más caras de Oporto y cuenta con bastantes locales de ocio nocturno.

Aprovechamos para acercarnos hasta el pequeño faro, situado en una área en la que supuestamente no se puede cruzar… pero en la que todo el mundo terminaba por saltar al otro lado. Las vistas del mar, muy picado, a la sombra del faro rompiendo contra las rocas, merecen la pena.

Tras el paseo volvimos a internarnos en la ciudad para tomar otro autobús que nos llevara a la Casa de la música; era domingo y los horarios de los autobuses eran «orientativos» – vamos, que ninguno pasaba a la hora indicada – pero finalmente conseguimos subir a uno que nos dejó justo donde queríamos.

A partir de ahí, decidimos ir caminando hasta el centro de la ciudad. Siempre nos gusta perdernos por los destinos a los que vamos de viaje, ya que así es fácil encontrar sitios que no están indicados en las guías. Durante el paseo nos topamos de pleno con la praxe, una tradición que da la bienvenida a los estudiantes universitarios de primer año que empiezan el curso.

Esta introducción a la vida universitaria hace que los alumnos de cursos superiores vistan el uniforme académico tradicional (de negro, con capa), mientras que los novatos (caloiros) visten de colores llamativos y son objeto de las novatadas de los demás. Es un rito de iniciación bastante divertido y vistoso en el que toda la ciudad se ve involucrada, una festividad en toda regla que llena de color las calles.

Praxe

Nos acercamos hasta el Palacio de la Bolsa y reservamos el tour guiado por el recinto: es la única manera de realizar la visita, de modo que os recomiendo que vayáis con antelación suficiente para comprar la entrada y reservar el tour en el idioma que queráis. La hora de nuestro tour era a las 15:30, de modo que aún nos dio tiempo a pasear un poco más, disfrutar de las vistas y comer en uno de los restaurantes del centro.

Por cierto, tenéis que saber que la mayoría de los restaurantes ofrece muy buenos precios para degustar la gastronomía local y que las raciones son más que generosas.

Vistas Oporto

En el siguiente post podréis disfrutar del reportaje fotográfico al Palacio de la Bolsa y de nuestro último recorrido por las calles de la ciudad antes de dirigirnos al aeropuerto… y sufrir un retraso monumental de Ryanair. Pero esa ya es otra historia.

 

Noemí Escribano

Comunicadora Audiovisual, lectora voraz y procrastinadora nata.

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