Sakura Card Captor – claves del anime
Durante este último par de semanas me he permitido regresar a la infancia. La incorporación de Sakura, la cazadora de cartas (Sakura Card Captor), al catálogo de Netflix ha hecho que muchos de nosotros hayamos podido revisitar este anime tan popular.
Las aventuras de la magical girl Sakura fueron de mis favoritas cuando era pequeña, cuando las seguía a través del Club Súper 3 y de Canal +. Aprovechando el revisionado, me he decidido a escribir este post sobre algunos de los puntos más interesantes de la adaptación al anime del manga de CLAMP, incluyendo un recopilatorio de los que, para mí, son sus momentos más memorables.
Sakura Card Captor: argumento y claves
Aunque la mayoría ya conocéis este anime, aquí va un pequeño resumen. Sakura es una niña de 10 años que vive en la localidad ficticia de Tomoeda, en Japón. Un día, descubre por “casualidad” un libro repleto de unas extrañas cartas que emprenden la fuga nada más romper el sello.
Sakura se convierte en la “cazadora de cartas”, con la misión de buscarlas todas de nuevo y evitar que provoquen el caos en su ciudad. Para la tarea, estará acompañada de la bestia del sello, Keroberos, de su inseparable amiga Tomoyo y de toda una galería de personajes a los que iremos cogiendo más y más cariño a medida que transcurran los episodios.
Hay que tener en cuenta que Sakura Card Captor jamás ha sido un anime centrado en la épica o en “salvar al mundo”, un denominador común de muchos otros animes con personajes mágicos similares.
La serie prefiere centrarse en las relaciones entre sus personajes y enfatizar sobre determinados valores -empatía, comprensión, amistad y amor- bajo el telón de fondo de diferentes eventos mágicos. Todo en un tono bastante ligero, no exento de algunas situaciones más peligrosas, pero casi siempre centrado en una cómoda atmósfera kawaii, repleta de amabilidad, humor y buenos sentimientos.
El amor en Sakura, la cazadora de cartas
Tal y como he mencionado, las relaciones personales adquieren un peso fundamental en el desarrollo de la serie. Las interacciones entre los personajes y su evolución en base a sentimientos -declarados o no, correspondidos o todo lo contrario- es el pilar del anime, hecho que resulta muy interesante y, al mismo tiempo, algo desconcertante en ocasiones.
Y es que estas relaciones contienen aspectos fascinantes y perturbadores a partes iguales, algo de lo que es más fácil tomar conciencia desde una mirada adulta. Por un lado, resulta maravillosa la forma como Sakura Card Captor propone o deja intuir a personajes bisexuales u homosexuales, de forma inclusiva y natural.
A lo largo de la serie, vemos como Shaoran, el rival de Sakura, parece verse atraído por Yukito, un estudiante de instituto; por otro lado, el propio Yukito está enamorado de Toya, hermano mayor de Sakura, sentimiento que es correspondido. Y también vemos como Tomoyo, la eterna amiga de Sakura, guarda hacia ella una devoción que claramente supera la frontera de la amistad.
Este aspecto, si bien resulta totalmente satisfactorio, choca con la fina línea que se deja intuir entre las relaciones personales entre niños y adultos.
El anime se queda más en la línea de la ambigüedad -siendo el manga mucho más explícito en este aspecto- pero eso no quita que levantemos la ceja al ver como Rika, estudiante de primaria, está enamorada de su profesor, el señor Terada. O que Toya, siendo mucho más joven, saliera con la que fuera su profesora, la señorita Mizuki. Sin contar los casos de Eriol y de la propia madre de Sakura, Nadeshiko, este último caso algo menos controvertido, pero igualmente situado en la normalidad establecida primero por el manga y luego por la serie, que resulta cuanto menos perturbadora.
Esto, muy habitual en las obras que proceden de Japón, nos guste o no, forma parte intrínseca de su cultura.
La cultura japonesa
Tampoco podía dejar de hacer referencia a la gran cantidad de detalles sobre la cultura japonesa que observamos a lo largo de la serie. Si bien esto es algo a lo que estamos acostumbrados gracias al gran consumo de animes, lo cierto es que como Sakura Card Captor está ambientado en un tiempo actual y se desarrolla en la rutina cotidiana, hace más fácil fijarnos en todo ello.
La cultura del trabajo y del esfuerzo están presentes; Fujitaka, el padre de Sakura, viaja constantemente por cuestiones de trabajo, pasando poco tiempo en el hogar. Esto es aún más palpable en la figura de Sonomi, la madre de Tomoyo, quien casi siempre debe abandonar apresuradamente cualquier evento.
Los templos, como no podía ser de otra manera, tienen un papel muy importante en las celebraciones y en los matsuris; las temidas historias de fantasmas -y la creencia en ellas- también son otro de los aspectos recurrentes en la trama.
Esto enlaza con la presencia de los seres queridos que ya han fallecido, algo que observamos en la figura de Nadeshiko y que entronca con los vínculos de amor y familia que la serie se esfuerza por reforzar una y otra vez.
Existen muchos otros aspectos de la cultura japonesa que podemos absorber gracias a los detalles propios de la cotidianeidad en la que se basan la mayor parte de los capítulos. Lo detallo de forma extensa en este artículo.
Clear Sakura Card Captor, la nueva temporada
El retorno de este querido anime dio como resultado la temporada Clear Sakura Card Captor, retomando las aventuras de la protagonista varios años más tarde. Debo decir que, a día de hoy, he sido incapaz de finalizar esta nueva hornada de capítulos, habiéndolos encontrado -increíble y contradictoriamente- mucho más infantiloides que la saga original.
Si más adelante me animo a terminarla hablaré de ella, pero de momento prefiero quedarme con las dos primeras temporadas, más fieles a un estilo kawaii más equilibrado y con personajes consecuentes y maduros dentro de los parámetros de un shojo infantil.
Mejores momentos de Sakura Card Captor
Las cartas de Clow en acción
A pesar de que en Sakura Card Captor lo épico está dosificado -y restringido- hasta cotas desesperantes, eso no quita que existan algunas cartas mágicas que protagonicen momentos especialmente memorables. Uno de los más recordados sería el ataque de la carta fuego (“¡Qué maravilla de Navidad!”) cuando Sakura se ve obligada a usar dos de las cartas de Clow más poderosas para hacerle frente. La combinación entre viento y agua es especialmente bonita; una lástima que no lo hayan explotado más a menudo.
Entre las cartas de acción/agresivas hay algunas que brindan otros momentos memorables: la carta Hielo en la pista de patinaje (“Sakura y la Carta de Hielo”), la carta Espada tomando el control de Rika (“Sakura y el broche misterioso”) o incluso las malas artes de la carta especial Espejo para poner en peligro a Toya, tienen su lugar de honor.
La personalidad de las cartas
Precisamente, la carta Espejo es una de las cartas de Clow más particulares por mostrar unas motivaciones y una personalidad propias más allá de las misiones encomendadas por Sakura (“Sakura y la otra Sakura”). Su particular relación con Toya es muy tierna, algo que vemos en varios episodios. También destacaría la carta Veloz, cuya forma original en forma de animalillo asustado y adorable provoca una mayor empatía con las cartas (“Sakura y la carta herida”).
Los momentos cómicos
Aunque el principal motor cómico de la serie son los desvaríos de Kero por la comida y los dulces, así como las interacciones de la propia Sakura, Shaoran termina siendo -curiosamente- el principal vehículo de la risa gracias a su evolución y su progresivo enamoramiento por Sakura. Más allá de eso, uno de los capítulos más hilarantes es en el que Kero y Shaoran se ven obligados a intercambiar sus cuerpos y a vivir las vidas del otro (“Sakura, Kero y Shaoran”).
La evolución de los personajes
Uno de los personajes que más evoluciona es el de Meiling -creado para el anime-, prima y prometida de Shaoran. Insufrible durante sus primeras apariciones, pronto aprendemos a tomarle cariño gracias a su amor sin límites por Shaoran, llegando al punto de renunciar al él sin más cuando se da cuenta que su primo siente algo por Sakura. Ése capítulo junto al combate contra la carta de Clow Gemelos, son sus mejores momentos.
El otro personaje que más evoluciona -y, en realidad, el que me resulta más interesante de toda la serie- es el propio Shaoran, quien muestra una progresión muy realista de sus sentimientos por Sakura. La antipatía inicial da paso a las primeras tentativas de amistad y atracción (“La terrorífica prueba de valor de Sakura”), y poco antes del Juicio Final van dan paso a una comprensión más profunda. La vía cómica está servida a través del proceso de negación de Shaoran, hecho que no pasa desapercibido por una avispada Tomoyo que aprovecha a la mínima para reírse un poco de la situación.
Shaoran termina siendo el personaje más maduro e interesante y su seguimiento, así como el vínculo que va formando con la protagonista es, al menos para mí, uno de los mayores puntos fuertes del anime.