War horse – las miradas de la guerra
En War Horse, Albert (Jeremy Irving) es un joven inglés que mantiene un vínculo muy fuerte con Joey, un caballo que le terminó perteneciendo cuando su padre lo compró en una subasta. Pero no son tiempos fáciles; la familia está prácticamente arruinada y la primera Guerra Mundial, a punto de empezar.
War horse es una película que me conmueve profundamente. Ver animales en el cine, sobre todo en situaciones extremas como es el caso de este film, me hace más difícil recordar que lo que estoy contemplando es, al fin y al cabo, cine. Al margen que para mí, ver esta película de Steven Spielberg se traduzca en varias llantinas, cuestiones lacrimógenas aparte, lo cierto es que War Horse me parece una película espléndida.
Espléndida porque vemos un recorrido diferente a través de la guerra, y lo hacemos nada más y nada menos que a través de la mirada de un caballo y de las diferentes personas que se topan con él. Gracias a ello presenciamos las diferentes caras del conflicto, asistiendo a la mejor y a la peor cara del hombre, todo esto mientras un chiquillo inglés es incapaz de olvidar al animal que adiestró y que se convirtió en su amigo.
Si algo hay que destacar de War horse es su cuidada fotografía, con unos planos de asombrosa belleza y algunas escenas coreografiadas de forma realmente espectacular. El gran trabajo de amaestramiento y dirección de los animales que aparecen en el film proporciona mucho realismo al relato, así como esa ingenuidad desarmadora procedente de su desconocimiento acerca de estos «juegos de guerra» humanos.
Sé que este film no es perfecto; la importancia desmesurada que se le da a la figura de Joey a lo largo del metraje y, sobre todo, durante el tramo final, es muy poco creíble, así como la resolución del último conflicto.
SPOILER
El destino de Joey es disputado por Albert y por el anciano francés que, no se sabe muy bien cómo, se entera de la subasta del caballo porque «ha oído hablar de un animal milagroso». Al margen de lo poco verosímil que resulta esta aparición, también lo es la determinación de este hombre por quedarse con él; y es que, por mucho que perteneciera a su nieta durante un corto periodo de tiempo, en ningún momento éste obró ninguna acción fuera de lo común. De hecho la estancia en la granja es el tramo más pacífico y apacible del paso de Joey por la guerra.
FIN DEL SPOILER
Aun así, War Horse es una de esas películas a las que le perdono ciertos virajes simplemente por los sentimientos que me provoca al verla. Las diferentes historias a las que asistimos, protagonizadas solventemente por Tom Hiddleston, David Kross o Liam Cunningham, entre otros, suponen ponerse en la piel de varios personajes en unas circunstancias nada halagüeñas.
Además, y esto acentúa aún más la ya enorme carga subjetiva de la crítica, no puedo evitar incluir la experiencia personal que supone tener a un animal como mascota. Ser conocedora de la importancia que pueden llegar a tener establece la clase de nivel de empatía que te conecta irremediablemente con la historia, haciendo que el cine dejo de serlo para convertirse en algo más.
Para ver si…
- Te gusta la epicidad, la buena puesta en escena, la maestría de Spielberg para contar historias y el belicismo rompecorazones.
- Eres fan de las historias con animales.
La escena
La huida de Joey entre las trincheras. Logra encogerte el corazón y está magníficamente rodada.