Requisitos para ser una persona normal – o no
<<-¿Esta lista es fiable?
-No lo sé.>>
Requisitos para lograr una película efectiva*
*Estos requisitos en realidad no lo son; a veces funcionan y a veces sobran completamente. En la mezcla (y en los gustos de cada uno) radica el resultado.
- Que sea sencilla pero con personalidad.
- Que su protagonista sea carismática.
- Que sus diálogos no sean ni muy rebuscados ni muy tontos.
- Que tenga sus pequeños momentos para el drama…
- … y sus pequeños momentos para la comedia.
- Que tenga ese airecillo indie de película norteamericana que la distinga de la producción nacional.
- Que haga pasar un rato agradable.
Vamos a ver. Leticia Dolera, quien escribe y protagoniza este simpático film, no ha inventado nada. O al menos, no ha inventado nada de puertas para afuera, porque ya hemos visto este tipo de producto cientos de veces: la típica comedia amable de buenas intenciones y desenlaces cantados desde los primeros diez minutos de metraje.
Requisitos para ser una persona normal consigue ser una rara avis (al menos por ahora) entre el tipo de películas que pueblan nuestra cartelera, repito, hablando de productos hechos aquí. El cine español actual suele decantarse por tres categorías: la comedia tontorrona de trazo grueso, el thriller Tosar o el terror «Telecinco». Esto no significa nada, ni bueno ni malo; cada país tiene sus clichés, y no hace falta buscar mucho en nuestro cine para encontrar piezas que valgan la pena, inscritas en esa clasificación o fuera de ella. Hay de todo.
Sin embargo y precisamente por esa razón, se agradece un film como el de Dolera, sencillo pero con carisma, con marcas de autor y guiños al espectador más allá del típico chiste de moda visto en televisión, más cercanos a la generación millennial. María de las Montañas es una treintañera con la que es terriblemente fácil identificarse; busca la felicidad, quiere independencia, trabajo y amor. Es una chica normal dentro de sus ambiciones, pero una chica nada ordinaria en lo referente a su actitud ante la vida. Más o menos como nos pasa a todos.
Es cierto que Requisitos para ser una persona normal podría saltarse un poco el guión establecido, casi arquetípico y arriesgar con algo más original, que no se limitase tanto a imprimir carácter en cómo cuenta las cosas y no en lo que cuenta. Y sin embargo, al dejarnos llevar por sus peripecias y desenlace es casi como un agradable camino, en el que no hay sobresaltos y en el que todo transcurre con dulzura y alegría.