‘Háblame de ti’ – aprendiendo a vivir
En Háblame de ti, primer film en solitario de Hervé Mimran, tenemos a Alain (Fabrice Luchini), un respetado ejecutivo de una empresa automovilística. Su lema es “ya descansaré cuando me muera”, cosa que casi cumple a rajatabla al sufrir un ictus. Privado de su natural fluidez al hablar, Alain tendrá que partir de cero para reconstruir su vida; para ello, contará con la ayuda de Jeanne (Leïla Bekhti), su logopeda.
La falta de comunicación
En Háblame de ti, su protagonista se ve inmerso en toda una contradicción: y es que, a pesar de ser un brillante orador en su entorno profesional, ha conseguido quebrar prácticamente todos los puentes afectivos y comunicativos con su hija. El hecho de sufrir un derrame cerebral le coloca en la inusitada situación de tener que escuchar y dejarse guiar; una vez más, el cine nos ofrece una historia de segundas oportunidades a partir de lo que, en principio, parece una catástrofe.
Como toda buena comedia francesa, el valor cómico de Háblame de ti se encuentra en sus diálogos, ágiles y con puntos de mordacidad que se ven potenciados por las dificultades de Alain para encontrar las palabras correctas. Y a pesar de que suelo apostar por los filmes en versión original, para todos aquellos que no entiendan francés les recomendaría disfrutar esta cinta doblada a fin de no perderse los juegos de palabras y las bromas de pronunciación continuas a lo largo de la película.
El trabajo no lo es todo
Si bien buena parte del tramo inicial de Háblame de ti está enfocado a la comedia y centrado en el objetivo de Alain de mantener su empleo, lo cierto es que tanto su relación de amistad con Jeanne como sus problemas paterno-filiales llevan al film a una deriva algo más solemne que resta frescura y ligereza al filme.
Alain pasa de ser una persona casi despreciable a alguien simpático y con el que es posible empatizar, y la transición es bastante abrupta. Esto y el desenlace, un recorrido de redención hermoso pero inverosímil, más parecido a un panfleto de Mr. Wonderful que a un camino de redención, desemboca en un cambio de tono que desequilibra bastante la cinta.
Padres e hijos
La relación de Julia (Rebecca Marder) con su padre y el ansia de saber más sobre Jeanne constituyen, al final, el tema principal de Háblame de ti. Alain tendrá que superar sus muchos defectos para lograr encontrar de nuevo un lugar en el corazón de su hija, y para ello le será muy útil su relación con Jeanne, en quien proyecta su instinto paternal y con quien reaprende a establecer nuevos lazos.
Conclusión Babelium: Háblame de ti es una comedia simpática, cuyo humor resulta efectivo en el primer tramo pero que peca de ponerse demasiado seria en su segunda mitad, convirtiéndose en un drama familiar. A destacar, Fabrice Luchini, capaz de sostener a su personaje tanto en su despotismo como en su ternura.
Ficha Háblame de ti Filmaffinity
Trailer Háblame de ti