‘Madame Curie’ – radiografiando a Maria Sklodowska
Aunque el nombre de Marie Curie se evoque frecuentemente junto al de su marido, Pierre Curie, sus muchos logros tienen entidad propia. La que naciera como Maria Sklodowska ha pasado a la historia por su incuestionable legado científico, pero también por ser pionera en terrenos usualmente vetados a las mujeres. Madame Curie es un biopic interesado en desgranar las diferentes capas de su compleja personalidad, así como en exponer las dificultades adicionales que implicaba para una mujer tener éxito a finales del siglo XIX.
La huella en el tiempo de Marie Curie
Madame Curie nos sitúa en el París de 1895, cuando una joven polaca llamada Maria Sklodowska (Rosamund Pike) es despedida del laboratorio científico donde trabajaba. Tras conocer a Pierre Curie (Sam Riley), ambos deciden trabajar juntos en un proyecto que les unirá científica y sentimentalmente.
A la hora de abordar el biopic sobre Marie Curie, la directora Marjane Satrapi y el guionista Jack Thorne parecen haber optado por plantear un doble prisma. Por un lado, el obvio interés que despierta la personalidad de una mujer ambiciosa y determinada, que hizo de la ciencia el centro de su vida y que logró avances incuestionables. Por el otro, el dilema moral que supone para esta misma persona comenzar a intuir algunas de las consecuencias de sus descubrimientos, así como su epopeya personal al destacar en una sociedad patriarcal. Todo ello converge en una notable Rosamund Pike, que brinda una interpretación convincente, especialmente a medida que el personaje madura en el tiempo.
Curiosamente, la parte más sólida de la cinta nace de las interacciones entre Marie y Pierre. La manera cómo se afianza su relación y su evoluciona a través de los años resulta inusualmente atinada, dejando al descubierto las “flaquezas” que hacen posible una mayor comprensión de Marie. Es una lástima que la consistencia del tramo central de la cinta contraste tanto con un inicio titubeante -donde incluso salta a la vista la poca economía de planos- y con un final demasiado alargado, aunque logre mantener el interés del espectador.
Conociendo a Madame Curie
Madame Curie es un biopic que triunfa ahondando en su protagonista, así como instruyendo sobre el que fuera uno los grandes descubrimientos del siglo XX. La corriente feminista de la película es evidente sin resultar forzada: muchos de los hechos narrados hablan por sí solos, sin que haga falta subrayar nada más. A pesar de todo esto, el filme se aleja de la redondez debido a algunas irregularidades narrativas y extravagancias que, en mi opinión, lastran la cinta en vez de auparla.
Marjane Satrapi ha querido marcar cierta distancia con algunos de los convencionalismos del biopic introduciendo recursos como el flashforward que ilustran sobre eventos futuros fruto del descubrimiento de los Curie. Sin embargo, estas píldoras informativas no sólo resultan redundantes -lo que exponen es de sobras conocido por buena parte de la audiencia- sino que ponen piedras a una narrativa ya de por sí algo irregular. Aun así, el espectador disfrutará de Madame Curie descubriendo las aristas y las fortalezas de una mujer que no sólo consagró su vida a la ciencia, sino que ayudaría a cambiar el mundo tal y como lo conocemos.
Ficha de Madame Curie en Filmaffinity
Tráiler de Madame Curie
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