‘4 latas’ – travesías vitales
De road movies está lleno el mundo cinematográfico; las hay de todo tipo, aunque el denominador común de la mayoría de ellas es el factor “viaje de vida”. Son la clase de trayectos en los que sus viajeros empiezan de una manera y llegan a su destino cambiados gracias al peso de las experiencias vividas. Y 4 latas se adhiere perfectamente a este tipo de travesía vital.
Bajo el sol de África
Cuando se enteran de que su amigo Joseba está enfermo, Tocho (Hovik Keuchkerian) y Jean Pierre (Jean Reno) deciden ir a visitarle a Mali siguiendo la ruta por el desierto que los tres solían recorrer durante su juventud. Junto a la hija de Joseba, Ely (Susana Abaitua), los tres se embarcan en un Renault 4L y comienzan el viaje de sus vidas.
¿Qué puede pasar cuando juntas a un gañán alcohólico, a un francés con tendencia a enfermar y a una joven descarada? Asombrosamente, y pesar de que muchos directores hubieran tendido al cliché a la hora de construir sus personajes, el filme de Gerardo Olivares no cae en esta trampa.
Su terna de protagonistas está bien construida y sus personajes, con sus encantos e inconsistencias, viajan sujetos a evolución. En ningún momento parecen seres de cartón-piedra, y a pesar de lo extremo de algunas situaciones, en la mayoría de ocasiones se mantienen en una línea coherente tanto para sí mismos como en sus interacciones con el resto.
Para redondear el grupo de personajes, la cinta cuenta con la presencia de Quique San Francisco (en el papel de Joseba), Arturo Valls y Juan Dos Santos, cuyas apariciones enriquecen la galería de personajes y aportan algunos momentos tanto cómicos como dramáticos.
Inabarcable Sáhara
Otro punto fuerte de 4 latas son las localizaciones: los planos del desierto consiguen evocar la inmensidad del desierto y adentrarte en la algo descabellada aventura de su grupo de protagonistas, con la consabida belleza de sus parajes. Es una pena que la voz en off, una constante que trata de rebajar la idealización del viaje y el feel good, suena a nota disonante en más de una ocasión.
El problema principal de 4 latas no son sus personajes, sino el uso que el guión hace de ellos: a pesar de que las bases son buenas, a veces se apuesta por unas direcciones de trama demasiado estereotipadas que rompen con la sensación de autenticidad de sus personajes, haciendo por otro lado, que la propuesta resulte en conjunto algo anodina y sin carga emocional real.
Las situaciones dramáticas, por otro lado, cargan demasiado las tintas en algo que debería sentirse más light, resquebrajando la solidez del conjunto. Además, algunos de los cabos sueltos en torno a las razones del viaje quedan sin resolver, razón por la cual cuesta un poco llegar a su desenlace sintiendo algo similar a la empatía.
Conclusión Babelium: 4 latas es un filme que gana cuando se siente libre en las pieles de sus personajes, un grupo con el que no te importaría viajar hasta el mismo fin del mundo.
Ficha 4 latas Filmaffinity
Trailer 4 latas