Roma en 4 días – Villa Borghese y vuelta por Roma
Iniciamos nuestra última jornada en Roma antes de la segunda fase del viaje realizando una visita que recomiendo muchísimo: la Galleria Borghese.
Villa Borghese
Este museo se encuentra en los jardines de Villa Borghese, cercanos a Pincio, lugar que ya habíamos visitado para contemplar las vistas de la Piazza del Popolo. Al museo se puede llegar en autobús y, muy importante, se tiene que reservar la visita previamente. Las plazas son muy limitadas; observé que en el propio museo vendían algunas entradas “sueltas” de última hora, pero os recomiendo que las adquiráis a través de esta página web o, como en nuestro caso, que enviéis un email a info@tosc.it para realizar la reserva explicando que queréis utilizar el Roma Pass.
El precio de la entrada general cuesta unos 17€ (lo que incluye la reserva on-line y los gastos de gestión), aunque los precios pueden oscilar debido a las exposiciones temporales.
Galleria Borghese
La Galleria Borghese es una pinacoteca de visita obligada para los amantes del arte o, simplemente, para aquellos que no quieran perderse los museos más representativos de cada ciudad. Tiene unas horas fijas de entrada, a partir de las cuales te permiten acceder al recinto, repleto de techos que ya son obras de arte en sí. Pasaréis bastante tiempo de la visita con la vista hacia arriba, os lo aseguro.
La visita se realiza a lo largo de dos plantas: la superior se centra en obras pictóricas de artistas “nada conocidos” como Caravaggio, Rafael o Tiziano. La inferior contiene una buena variedad de esculturas hermosísimas, algunas de ellas tan famosas como Apolo y Dafne de Bernini. Precisamente, fueron las obras de Bernini las que más acapararon mi atención, como el David o El rapto de Proserpina.
Un paseo por la Villa Borghese
Al terminar la visita dimos un agradable paseo por los jardines de la Villa Borghese, aunque el cansancio general del viaje empezaba a hacer mella en nosotros. Conseguimos llegar a duras penas hasta Pincio, desde donde rehicimos el trayecto Popolo – Spagna hasta que logramos encontrar un restaurante donde no nos asestaran un golpe económico demasiado duro. No lo conseguimos, pero los ravioli al pesto estaban riquísimos.
Antes de nuestro descanso habitual de mediodía, realizamos algunas compras de souvenirs para llevarlos a la familia y a los amigos. Los típicos imanes de la ciudad los podéis encontrar por 1€ en muchos puestos y son muy resultones. También compramos varias bolsas de pasta que a duras penas cabrían en nuestra maleta y que, como descubrimos en Nápoles, más nos hubiera valido comprarlas allí (precios infinitamente más bajos).
Chiesa del Gesú y Campo di Fiori
Por la tarde, algo más descansados, regresamos a la ruta inicial del primer día: no pudimos evitar revisitar el Panteón y, como novedad, descubrimos la Iglesia del Gesù, la primera chiesa jesuita que se construyó en Roma, de visita muy recomendada. No os perdáis su increíble techo; incluso hay un espejo para poder observarlo con más detalle.
Nuestros hambrientos pasos nos llevaron de nuevo al Campo di Fiori para un aperitivo y una birra de tarde.
Puente Umberto I
El último tramo del día lo empleamos en visitar el puente de Umberto I, donde si tenéis suerte observaréis un atardecer épico (no fue nuestro caso, pero el puente igualmente lo vale).
Finalmente, terminamos de nuevo en la zona del Castillo de Sant’Angelo, donde no nos resistimos a tomar algunas fotografías más de los ángeles de Bernini y de los exteriores de la Basílica de San Pedro.
Al final decidimos que o regresábamos algo más temprano al hotel o al día siguiente no tendríamos energía… y eso que la jornada se presentaba larga. Tocaba ir algo más al sur, al estilo Raffaella Carrà: nos desplazábamos a Nápoles. ¡Sigue leyendo para descubrir nuestra ruta italiana!