Polar – el frío más pulp

El lunes pude asistir al preestreno de Polar, la nueva película de Jonas Âkerlund (Lords of Chaos) que estará disponible en Netflix a partir del viernes 25 de enero. El evento, celebrado en los cines Phenomena de Barcelona, contó con la presencia de Víctor Santos, artífice del cómic en el que se basa la película, que dedicó unas palabras a la audiencia y también aprovechó para agradecer a sus padres el apoyo brindado a lo largo de su vida. Sin más dilación, os traigo una pequeña reseña libre de spoilers sobre Polar.

Duncan Vizla (Mads Mikkelsen, Doctor Strange), también conocido como Black Káiser, es un asesino a sueldo a pocos días de su jubilación, con la que percibirá una generosa pensión gracias a los servicios prestados. Pero su antiguo jefe, Blut (Matt Lucas, Alicia a través del espejo), no está dispuesto a ponerle las cosas fáciles a Duncan; mientras éste afronta el retiro con la ayuda de Camille (Vanessa Hudgens, Spring Breakers), Blut le pondrá precio a su cabeza.

El asesino que vino del frío

Una breve ojeada a la trama de Polar nos permite destacar dos detalles: en primer lugar, su similitud a historias recientes (John Wick) o no tan recientes (Kill Bill) en las que un/a ex sicario/a debe enfrentarse a sus antiguos colegas en pos de obtener un merecido retiro. En segundo lugar, y no menos importante, el ansia viva que surge ante la idea de ver a un actor de la talla de Mikkelsen enfundado en el rol de sicario cool.

Lo cierto es que, a efectos de resumen, sí, Mikkelsen mola bastante en el papel de Duncan, un asesino frío e irónico que trata de reubicarse en el mundo tras su carrera profesional y que, no obstante, muestra una cara compasiva y amable con ciertas féminas. Pero también es cierto que me hubiera gustado ver a este personaje en otro tipo de filme, uno que tuviera claro el tono o que supiera adaptarse correctamente los diferentes registros.

Y es que Polar resulta excesiva, tanto para lo bueno como para lo malo. Tiene gags que funcionan, especialmente aquellos enfocados en los intentos de Duncan por superar su descolocamiento en el entorno “de paisano”. Pero también, el filme peca de ser innecesariamente reiterativo y caricaturesco en ocasiones; un ejemplo de ello sería la figura del villano, un personaje risible e histriónico que no me termina de encajar en contraste con la aparente solemnidad del grupo de asesinos.

«Mads» láser

El cine de sicarios parece ser una fuente inagotable de obras cinematográficas, donde a pesar de la reiteración de tramas y espacios comunes se impone el gusto por la acción, los personajes carismáticos y el virtuosismo tras la cámara. En Polar, el carisma de Duncan y los aciertos a nivel de guión se diluyen en una película que no termina de decidirse entre la gamberrada pulp y la acción certera. O al menos, hacerlos cuajar. 

Las comparaciones son odiosas, pero recordando filmes como The night comes for us, donde el libreto no renuncia a los chascarrillos enmarcados en la acción más eficaz, te das cuenta que hay algo en Polar que no termina de hacer “clic”. Al verla, me ha dado la sensación que se quiere servir una obra llamativa (el vestuario -¿cuántos outfits enseña Katherine Winnick-, las consabidas escenas de sexo) que descuida otros aspectos para dar algo más de empaque.

Aun así, no puedo decir que el filme de Âkerlund no resulte entretenido y que cuente con unos cuantos buenos momentos de diversión y efectismo gore que tanto nos gustan.

Por cierto, a destacar la presencia más bien tímida de Vanessa Hudgens, cuya interpretación se crece en el tramo final resultando más que convincente.

Ficha Polar Filmaffinity

Trailer Polar