Ámsterdam – excursión a Edam y a Volendam
Exceptuando las escapadas de un solo día que sólo permiten visitar lo básico de una ciudad, lo cierto es que cada vez que realizamos un viaje de al menos tres días, al menos uno de ellos lo destinamos a realizar una pequeña excursión en las inmediaciones. Siempre hay pueblos o visitas interesantes más allá de la propia ciudad a visitar, y Ámsterdam no es una excepción. En esta ocasión, tuvimos que acotar bastante la excursión -el frío y la escasez de horas de sol no son las mejores aliadas para aprovechar al máximo-, pero aun así, recomendamos totalmente la visita a Edam y a Volendam que realizamos.
Dirección Edam
Existen distintos packs y tours que aglutinan diversas visitas en autobús a lo largo de un sólo día. A pesar de las muchas ganas que teníamos de visitar Zaanse Schans y sus famosos molinos de viento, decidimos dirigir la visita a la zona de Edam, que nos permitiría la excursión a pie hasta el pueblo pesquero de Volendam.
Para llegar a Edam, tan sólo hay que dirigirse a la Estación Central de Ámsterdam, donde podréis tomar un autobús con varias paradas, incluyendo Edam. Antes preguntamos en la oficina de turismo, donde nos recomendaron acotar la visita y prescindir de Zaanse Schans (por las razones ya comentadas anteriormente). El precio del billete ronda los 7 euros y el trayecto dura aproximadamente 15 minutos.
Edam, mucho más que quesos
Si hay algo por lo que Edam es conocida es por sus queserías, pero como ciudad de postal tampoco tiene desperdicio. Nada más abandonar la estación os encontraréis con los canales de la ciudad, que os llevarán directamente al centro de Edam. Lo más recomendable es prescindir de mapas y limitarse a perderse por sus calles, ya que sus dimensiones son bastante reducidas.
Lo cierto es que, tras la inevitable visita y compra en una de sus queserías, no pasamos demasiado tiempo en Edam. Tras ubicarnos, iniciamos el paseo en dirección a Volendam, casi 3 kilómetros sobre terreno nevado en los que, afortunadamente, no hacía demasiado frío.
Volendam
Como pueblo pesquero que es, para nosotros Volendam tuvo bastante más encanto que la propia Edam, si bien su condición de pueblo turístico acusa de demasiadas atracciones para turistas (disfraces, puntos fotográficos, etc.). Sin embargo, tanto sus calles como su paseo marítimo cuentan con un encanto envidiable y su situación a prácticamente 20 minutos de Ámsterdam en autobús hace que ésta sea una visita obligatoria.
Desde Volendam se puede visitar la isla de Marken en uno de los ferris del puerto. Nosotros no realizamos la visita, puesto que las horas de luz que nos quedaban eran mínimas y tampoco queríamos arriesgarnos a no coger a tiempo el autobús de vuelta a Ámsterdam. Con un poco más de planificación, sin duda nos habríamos llevado la estampa de la isla, otra visita que, dicen, es muy recomendada.
Por cierto, el regreso a Ámsterdam lo hicimos en un autobús lleno de españoles, lo cual fue bastante gracioso dadas las circunstancias.