Rocketman – bienvenid@s al musical de Elton John
Un hombre ataviado con un traje imposible irrumpe en una sesión de terapia para echar la vista atrás y ver qué le ha llevado hasta allí. Así da comienzo, de forma algo abrupta, Rocketman, filme dirigido por Dexter Fletcher (Amanecer en Edimburgo) y producido por el mismísimo Elton John, protagonista del biopic.
La participación del cantante en la película podría hacer saltar las alarmas, pero no os preocupéis: a pesar de que la vía escogida para celebrar la vida y obra de Elton John es la festiva, no se ha echado excesiva mano del edulcorante. En este greatest hits de un artista que forma parte de la historia de la música tienen cabida tanto los puntos álgidos como la mirada a un backstage repleto de excesos.
Los grandes éxitos de Reginald
Captar la esencia de una figura tan característica sin caer en la parodia o en la mala imitación, no es tarea fácil. Las comparaciones con el reciente biopic de la banda Queen -más bien de Freddie Mercury- serán inevitables pero, en mi opinión, la discusión se puede zanjar rápidamente. Rocketman supone una visión mucho más redonda, carismática y satisfactoria, repleta de virtudes que destacar más allá de un momento-clímax.
Evidentemente, estamos ante un film con una intencionalidad enfocada al show y al divertimento, lo que también implica ciertas concesiones con la vida del cantante. Pero aunque Elton John jamás escogió su nombre artístico por John Lennon, lo cierto es que Rocketman se siente honesta con su protagonista. Y, como no podía ser de otra manera, la banda sonora supone un viaje muy bien armado, trufado de melodías pegadizas y más que conocidas, tanto al servicio de la narración como de los altibajos emocionales.
Canciones, surrealismo y exceso
Como ya he mencionado, en Rocketman las canciones se integran en la narración; hay muchos temas que encajan como un guante en la película, entre los cuales destacaría la vibrante escena con Saturday night’s alright, la espléndida transición de Elton a la vida adulta. En otros casos, el dinamismo se ve ligeramente comprometido por temas incluidos con menor acierto, pero el cómputo final se resume en un eufórico camino de dos horas que se disfruta y tararea a partes iguales.
La dirección de Rocketman resulta muy acertada; su ritmo energético y su factura excesiva rezuman extravagancia y glam, algo que funciona como el marco perfecto para su protagonista. Se nota el esfuerzo por imprimir personalidad a la película; esto consigue que, a pesar de caer sin remedio en los convencionalismos del biopic, no quede lastrada por ello.
Interpretando a sir Elton John
Si en la reciente temporada de premios elogiábamos la mimética conseguida por Rami Malek en Bohemian Rhapsody, habría que dedicar un capítulo aparte a lo que ha logrado Taron Egerton. El actor interpreta al cantante inglés sin caricaturizarle, dotándole de una gran cantidad de matices y haciéndole creíble tanto es su faceta más desaforada como en la contenida.
Egerton queda perfectamente complementado por Jamie Bell, que interpreta a Bernie Taupin, letrista y amigo de Elton John. La relación entre ambos supone un contrapunto y también una mirada conmovedora; incluso sujeta a los códigos propios del ascenso a la fama, la pátina de humanidad imprimida por los actores aporta una dimensión extra de interés al filme.
Menos afortunada resulta la presencia de Richard Madden; tanto la su caracterización como acting subrayan desde el minuto uno su devenir en la trama. Una perspectiva algo maniquea, que también que se aplica en gran medida a la familia de Elton: la madre conservadora (Bryce Dallas Howard) y el padre frío (Steven Mackintosh) acaparan la impronta emocional que lastra a hijo a lo largo de toda su vida adulta.
Las carencias afectivas del cantante en la infancia se sitúan, pues, como el foco principal tanto de sus excesos como de sus triunfos, algo que me resulta pobremente realista. Un recurso excesivamente simple pero que, aun así, cumple su papel a la hora de escenificar con coherencia la caída a los infiernos de un hombre decidido a interpretar perpetuamente el alter ego que se ha construido.
Rocketman es un disfrute garantizado para un público muy amplio: fans acérrimos de Elton o colegas eventuales de radiofórmula, rastreadores de entretenimiento o audiencia en busca de cierta maña cinematográfica. Todos y todas estáis invitados a la fiesta de sir Elton John y creedme: es muy probable que lo paséis en grande.
Ficha Rocketman Filmaffinity
Tráiler Rocketman