‘Infierno bajo el agua’ – sigue nadando

Infierno bajo el agua

Me da algo de pena que una de las películas más intrínsecamente estivales de la cartelera aparezca casi a finales de agosto. Infierno bajo el agua lleva escrito en su ADN “filme de verano”; la clase de divertimento que te hace pensar que sin piscina en casa, no se está tan mal. O sí, pero consigue que lo olvides durante un rato. Lo nuevo de Alexandre Aja (Alta tensión) es un disfrute directo y sin enrevesar, con un buen “monstruo” animando la función y una heroína que, sin ganas de serlo, puede -o no- salvar el día. 

Haley (Kaya Scodelario) es una joven que, ante la inminente amenaza de huracán, decide ir a la casa de su padre (Barry Pepper) para comprobar que esté bien. Sin embargo, un hambriento huésped la estará esperando para darle la bienvenida.

Infierno bajo el agua

Amenaza al acecho

De acuerdo: tenemos una premisa inicial más que vista, en la que uno o dos protagonistas (y algún que otro “pasaba por allí” estelar) se convierte en la merienda potencial de -inserte aquí un depredador a su elección-. Sin embargo, también sabemos dos cosas: una, que por más que nos lancen a la cara esta fórmula, sigue gustando. Y dos, que el cóctel no siempre es llevado a cabo con la misma efectividad. 

Pongamos como ejemplo el filme de culto Temblores. No es recordado con cariño porque resultara terrorífico o porque su monstruo fuera especialmente creíble. Más bien, la recordamos por la guasa de algunas de sus situaciones, por el carisma de Kevin Bacon y por unos bichos subterráneos muy fálicos que tenían aterrorizado al pueblo de… Perfección. 

Centrándonos en horrores submarinos, la fórmula del monstruo la hemos contemplado en decenas de filmes. En obras maestras como Tiburón, pero también en productos como Piraña o Mandíbulas, con mayor o menor éxito. Resumiendo, entre la genialidad y lo mediocre existe una gran cantidad de variables y aunque Infierno bajo el agua no llegue a resultar memorable, sí deja un muy buen sabor de boca

Haley resulta un personaje lo suficientemente interesante como para seguirle los pasos durante toda la película y desear que salga victoriosa del desafío. Y aunque la relación que se nos presenta entre padre e hija resulta tópica y poco aprovechada -se decanta por el drama y hubiera preferido ver mala leche- al menos aporta dimensionalidad a los personajes.

Infierno bajo el agua

Gincana en el ojo del huracán

Infierno bajo el agua no es una película de terror, aunque consigue resultar tensa en ocasiones y goza de algún puntazo gore. Funciona como una entretenidísima hora y media en la que los protagonistas deberán ir afrontando diferentes retos para salir vivos, como si de una gincana se tratara. La película tiene un indudable buen ritmo, con una introducción breve pero necesaria y una duración ajustada que beneficia a que no pierda fuelle. 

La virulenta tormenta que funciona como telón de fondo me hizo pensar que en algún momento aparecería un sharknado, pero los niveles de despiporre no alcanzan semejantes cotas. Crawl da justo lo que promete: un festival de mordiscos que te hará pasarlo estupendamente mientras zampas un buen montón de palomitas

Ficha Infierno bajo el agua Filmaffinity

Tráiler Infierno bajo el agua

Noemí Escribano

Comunicadora Audiovisual, lectora voraz y procrastinadora nata.

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