Binding all the flowers of the world

¿No os ha pasado nunca? Una canción se incrusta en vuestra mente y no hay manera de hacerla salir. Aparece el bucle hasta la obsesión y durante unos días esa melodía se vuelve la banda sonora de vuestra vida.

A mí me pasa muy a menudo y me encanta. Descubrir o redescubrir una canción y desgastarla hasta que pasa a formar parte de ti. Se funde con tus vivencias, con tu rutina, con tus pensamientos del momento. A veces incluso me dan ganas de plasmar, de alguna manera, lo que me hace sentir en imágenes.

Seeds de Alphaville me sorprendió. Este grupo siempre me ha dado grandes alegrías; la mayoría de las personas conocen a la banda por Forever Young, pero a mí me regalaron Sounds like a melody o Sensations. Seeds en un primer momento había pasado desapercibida; eso también me fascina, el hecho que un día una canción, sin saber por qué, se sitúe en primer plano. También me sorprendió porque logró una sesión de fotos en la que me desprendí de ciertos prejuicios sobre mí misma e hizo que el resultado final me encantara.

Seeds me hace pensar en las pequeñas rebeliones internas, me hace sentir la felicidad ante una melodía que me recuerde una vez más mi amor por la música. Así que bailé y sentí la necesidad de introducir colores, como si fuera la personificación de un estallido de pleno éxtasis.

Little darling. What have you done?

Binding all the flowers of the world.

Start bursting into millions of colors.

Unfold all the flags of the nations.

Kiss me again, let the battle start.

Noemí Escribano

Comunicadora Audiovisual, lectora voraz y procrastinadora nata.

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